martes, 2 de junio de 2015

Nuevos monstruos: los puercos

Sacados del videojuego Darkest Dungeon, plenamente recomendable

Aunque su nombre auténtico es extraño, todo el mundo conoce a estas horribles bestias por el nombre de puercos. La forma de estas criaturas es vagamente humanoide, como si estuvieran formadas con los restos de lo que una vez fueron personas, pero su aspecto es más cercano al de los cerdos, y de ahí viene su nombre. 

Son muy distintos unos de otros, y cada uno tiene rasgos a cada cual más horribles que los distinguen. Habitan en lugares oscuros que acaban por convertirse en antros de matanza, sucios en todas sus esquinas, un hervidero de enfermedades del peor tipo, que los puercos llevan pero a los que no les afecta. 

Su origen mismo es desconocido para casi todos, pero algunos sabios tienen ideas sobre su siniestro origen. Al parecer, podrían tratarse de demonios que fueron invocados. Pero careciendo de una forma, era necesario que se les procurase una para que pudiesen caminar sobre este mundo y prosperar en él, pues tal era su deseo. Los humanos eran el mejor huésped, pero al parecer aquel que los llamó por vez primera no debía poseer suficientes. Así que los partió y mezcló los restos con carne de cerdo, que tan similar resultaba a la humana. Cuando los demonios fueron invocados, corrompieron la carne en la que entraron, deformándola aún más, y al entrar en estos híbridos extraños enloquecieron. Como demonios que eran, fueron poseídos por los más horribles instintos de cada una de las partes que componían su nuevo ser: violencia, gula, lujuria, en aquellos cuerpos malditos eran incapaces de sentir nada más. 

Desde entonces se han extendido, están vivos, y se reproducen en cantidad cuando el alimento es abundante. De otra manera devoran ávidamente a su progenie, y su número se mantiene. De vez en cuando lanzan ataques sobre poblaciones para buscar alimento. Y no solo de criaturas vivas se alimentan, pues engullen todo lo que encuentran comestible, incluyendo el grano, frutas, hortalizas, y cualquier otra cosa. A su paso mancillan todo lo que tocan, y la enfermedad y la corrupción se extienden. Han sido durante siglos el origen de graves plagas y hambrunas, pues a su alrededor todo alimento se consume o malogra rápidamente. Un nido de puercos cerca de una población es casi una condena segura para la misma, a menos que se haga algo pronto.

Los que se han enfrentado a los puercos los suelen categorizar de la siguiente forma:

Escupidor
Los escupidores son los más débiles y abundantes de los puercos. Pequeños y de aspecto maltrecho, es fácil acabar con ellos. Su mayor peligro está en el ácido que regurgitan y lanzan contra sus enemigos, que quema la piel y deja al objetivo vulnerable a las enfermedades que arrastra.

  • Tipo: humanoide monstruoso; Tamaño: Pequeño; Velocidad: 9 metros; Iniciativa: +3
  • Características: Fuerza 6, Destreza 12, Constitución 6, Inteligencia 4, Sabiduría 10, Carisma 4
  • Bonificaciones: Ataque +3, Fortaleza +0, Reflejos +3, Voluntad +1
  • Defensa: 13; inmune a enfermedad, resistencia al ácido.
  • Ataques: Vómito +4 (1d4 ácido, Fortaleza CD 12 o enfermedad, alcance 6 metros), Mordisco +1 (1d4 perforante, Fortaleza CD 12 o enfermedad).
  • Rasgos: se mueve usando sus largos brazos, pues sus patas han quedado atrofiadas; son ciegos, localizan a sus víctimas por el olfato; escurridizo; siempre hambriento.



Despiazador
Los despiazadores son del tamaño de un hombre flaco, y suelen llevar su porcino rostro cubierto por máscaras. Sus ojos son grandes y bulbosos, y les permiten ver con mayor facilidad en la oscuridad. Les gustan las armas curvas, como los garfios, con las que abren heridas sangrantes en la carne de sus enemigos, y suelen cubrir sus débiles cuerpos con ayuda de rodelas.
  • Tipo: humanoide monstruoso; Tamaño: MEdiano; Velocidad: 12 metros; Iniciativa: +4
  • Características: Fuerza 10, Destreza 14, Constitución 8, Inteligencia 8, Sabiduría 12, Carisma 6
  • Bonificaciones: Ataque +4, Fortaleza +0, Reflejos +4, Voluntad +2
  • Defensa 15 (rodela +1); Resistencia 2 (máscara de hierro 2); inmune a enfermedad.
  • Ataques: Garfio +6 (1d4+2, Fortaleza CD 13 o 1d3 sangrado), Mordisco +4 (1d6 perforante, Fortaleza CD 12 o enfermedad).
  • Rasgos: sigiloso; ataque furtivo; visión en la oscuridad; olfato animal; cruel; siempre hambriento

Carnicero

Los más grandes y duros entre los puercos reciben el nombre de carniceros. Su pelaje es más abundante y su piel más oscura, y de alguna manera parecen más enteros que sus hermanos, así como más robustos. De su hocico asoman dos afilados colmillos, y les gusta llevar consigo grandes y pesados cuchillos de hojas dentadas (no he encontrado ninguna foto, pero es el segundo de la foto grande del principio).
  • Tipo: humanoide monstruoso; Tamaño: Mediano; Velocidad: 9 metros
  • Características: Fuerza 15, Destreza 10, Constitución 14, Inteligencia 7, Sabiduría 10, Carisma 6
  • Bonificaciones: Ataque +4, Fortaleza +4, Reflejos +2, Voluntad +1
  • Defensa: 12; Resistencia 3 (cuero tachonado 2, duro pellejo 1); inmune a enfermedad.
  • Ataques: Cuchillo de carnicero +6 (1d6+2, Fortaleza CD 13 o 1d3 sangrado), Mordisco +6 (1d6 perforante, Fortaleza CD 12 o enfermedad).
  • Rasgos: grande y pesado; ataque poderoso; olfato animal; siempre hambriento.

Maestro de gusanos
Dado sus hábitos de vida, era inevitable que los puercos encontrasen afinidad con otras criaturas de gustos parecidos. Parece que las primeras de estas criaturas fueron los gusanos carroñeros. Los más inteligentes entre los puercos pasaron años tratando de domarlos, hasta que al fin tuvieron éxito. Actualmente puede encontrárselos (a los gusanos) entre los puercos sin dañarlos, y atacando a los intrusos, como harían los perros guardianes. Los maestros de los gusanos gozan de algunas capacidades mágicas extrañas, seguramente otorgadas por su origen demoníaco, y ostentan algo parecido a la posición de los sacerdotes entre los puercos, si entendiesen el concepto de religión.
  • Tipo: humanoide monstruoso; Tamaño: Mediano; Velocidad: 9 metros
  • Características: Fuerza 12, Destreza 10, Constitución 14, Inteligencia 9, Sabiduría 14, Carisma 8
  • Bonificaciones: Ataque +3, Fortaleza +4, Reflejos +2, Voluntad +4
  • Defensa: 12, Resistencia 2 (mandil de cuero 2); inmune a enfermedad.
  • Ataques: Maza +4 (1d6+1 contundente), Mordisco +4 (1d6 perforante, Fortaleza CD 12 o enfermedad).
  • Rasgos: suelen acompañarle 1d4 gusanos de la carne; puede darles órdenes con una acción; brujo; olfato animal; siempre hambriento.
  • Aptitudes sobrenaturales: Tambores de condenación, 1d4 daño psíquico a enemigos en 9 metros y Estremecidos (Voluntad CD 14 resiste); Marcar el sacrificio, +2 al ataque y al daño contra el objetivo marcado (Voluntad CD 14 resiste).


Gusanos de la carne (o puedes utilizar las Babosas del Subsuelo de la página 336 del manual del Reino de la Sombra)

  • Tipo: alimaña; Tamaño: Mediano; Velocidad: 9 metros
  • Características: Fuerza 12, Destreza 12, Constitución 10, Inteligencia 1 (-5), Sabiduría 8, Carisma 4
  • Bonificaciones: Ataque +3, Fortaleza +3, Reflejos +3, Voluntad -
  • Defensa: 13, Resistencia 2; inmune a enfermedad, inmune a venenos, resistencia al ácido.
  • Ataques: Devorar +4 (1d6+1 perforante +1d4 ácido, Fortaleza CD 14 o enfermedad), Escupir +4 (1d6 ácido, alcance 6 metros).
  • Rasgos: inmunidad a efectos enajenadores; se regocijan en la putrefacción; trepan por techos y paredes; sentido ciego.

Un nido típico de puercos tendría una veintena de escupidores, una docena de despiazadores, media de carniceros, dos o tres maestros de gusanos y probablemente una docena de gusanos de la carne. En lugares en los que hayan prosperado durante mucho tiempo estos números podrían aumentar asombrosamente, y podrían incluso contar con un Príncipe Puerco, una abominación de inmenso tamaño ciega y estúpida, pero de una fuerza monstruosa. Suelen estar asistidos por Puercos Pálidos, que son los más astutos entre los suyos, pero también pequeños y débiles.

ALGUNAS ACLARACIONES
No he puesto habilidades por la sencilla razón de que dudo que las vayan a utilizar mucho. Si decides que las vas a necesitar, dales unas puntuaciones de habilidad en un momento tomando algunas ideas de los rasgos y alguna cosilla más. Tampoco he puesto nombre de dote a sus capacidades (algunas sí), porque así lo terminaba más rápido. Al fin y al cabo lo que te va a importar es conocer sus capacidades, y eso sí que aparece. Las enfermedades quedan también a tu libre albedrío, porque a decir verdad podría ser cualquier enfermedad. La salud tampoco la he indicado, bien porque se puede calcular fácilmente, bien porque quizá prefieras utilizar las reglas de salud alternativas que ya presentamos en este blog.


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